martes, febrero 15, 2011

R.J


Respiro como nunca antes lo había hecho, creo que ser feliz no es tan utópico, que si ahora lloro enfrente de tu mirada húmeda es solo porque tu piel hace que mis deseos vuelen y tu cuerpo aprisionando los latidos del corazón hace que mi alma explote de felicidad. Siénteme estoy vivo y tus manos limpian mi nublada vista y dejan al descubierto la melancolía de tu afligida sensibilidad en la vida; te siento cerca, dentro y creo que el mundo ahora es distante y que tu vida es más que una casualidad y abrazas con el calor de tus palabras mis miedos y conviertes lo efímero de mis respiros en finos hilos de aire que te limpian el rostro que enfrente mío me dice “lindo”…
Ahí en medio de todo este drama de sensibilidad mire al cielo y se abrió mi entendimiento e hizo que mi dolor punzara mas contra tu pecho y mis brazos se anclaran mas a tu cuerpo, pues después de que las austeridades habían gobernado mi vida llegas  y haces que mi destino cambie y que las palabras formen murallas contra todo lo maligno de los tiempos pasados y sienta que amar es posible aun y que aunque tus manos no abracen las líneas de mi historia en ellas estará impreso el sabor de  las lagrimas y los besos que rompieron el frio panorama de mis días de soledad.
Tomas mi mano, abrazas mi cuerpo y besas mi cuello; dices con paciencia lo que yo creí nunca escucharía y con tu voz doblegas mi orgullo y me desarmas sin dejarme otra opción que ser yo, pues estoy ahora desnudo enfrente de tu cuerpo con mi vida expuesta; frágil y libre ante el misterio de tus ojos y tu sombra que silenciosa absorbe todo mal y hace que te acerques a mí un poco, y  abro la palma de mis manos y dentro mío estan tus respiros, tu sangre quema, y duele quererte así pues será difícil dejarte ir después de que tu calor desaparezca… Te aprisiono un poco contra mi pues deseo que al irte no quede duda que eres real y que vivir contigo este momento fue tan unico como los bellos días que proseguirán con tu recuerdo en mi espera de tenerte de nuevo, con tu inocente presencia que hace que la luz del día sea algo más que un amanecer…