miércoles, julio 06, 2011

J.A II

Mi lelatad nunca tuvo tu nombre y fui paciente como lo es el universo, pero como un rio que desemboca en el mar; me perdi y con ello se sumergieron mis recuerdos, unas cuantas palabras y tu sombra que se hundio en lo mas profundo. No deseo saber de tu nombre, he sellado mi pensamiento a tu presencia, tu vos desaparecio con el viento y ahora el color de tus ojos negros no son mas que la extencion de la noche que se pierde con la luz del sol. Fui tu hermano, tu amigo; eres un pasado como los destellos que mueren de un cometa que se pierde en el infinito.

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