miércoles, diciembre 09, 2009

ESTOY A PUNTO DE EXPLOTAR...





Estoy a punto de explotar, sentir esto es casi como morir dos veces; el contenerme así como lo hago ahora por no entregarme abiertamente a esta sensación  que se expande por mis venas lentamente, es como el veneno de una mamba negra; me estoy asfixiando con cada latir de mi corazón que se siente  como el tótem de los rieles de un tren que va fuera de rumbo… Estoy confundido, estoy desvariando y sé que esto es real; sé que el cielo que veo ahora es rojo lo es. Ahh Dios??? Emotivamente estoy en el filo de mi destrucción ¡Esto sí es plenitud!!! Sentirlo es casi morir, lo he dicho ya con esta dos veces, no me arrepiento de  pensarlo tantas veces; morir no es tan nuevo para mí, recuerdo la primera vez que pasó; papa atropellaba la cabeza de mama contra el piso y yo deje de ser quien era o mejor dicho me escondí para que de ese niño nada desapareciera, y me convertí en una momia disecada por dentro y sin más que un gesto que irradia temor. Ahora soy un poco más grande sé lo que es morir y sé que hacerlo no es difícil, hay que ser más que Dios para hacerlo, basta más que un toque de locura; porque los  irracionales no saben lo que es morir, ni por qué lo hacen. Hay que ser Dios o más que él para llegar a hacerlo. El dolor no es lo importante… el que muere por el dolor de algo que lo maltrata es un mortal: es un tonto que no tuvo un sentido básico de la vida, tratando de encontrar en la muerte una salida rápida a su desespero… Morir no es una puerta que se abre y se cierra, es más que eso...

Yo ahora no quiero morir, deseo morir. Hace algunas noches en medio del espesor de la oscura habitación que tengo por cárcel, en medio de mi alma y de mi corazón -que es un invasor traicionero y mal consejero, que lo anulo de todo raciocinio conveniente a mi ser- he premeditado el morir, ya que ser yo no es como muy apetecible en estos momentos, la vida se ha vuelto tan insuficiente; dejo de ser inclusive un juego, una especie de tarea en la cual existía un reto más difícil que el anterior… ahora no es casi ni eso, ni una feroz casualidad encontrar algo bueno en la vida de uno… el mundo no es ya tan bueno ni tan trágico, nadie dice nada bueno ni malo nada que me sorprenda… se me ha vuelto tan in sorprendente, hasta las mentiras que escucho;  todo ahora es un remedo descifrable y remotamente emotivo como para hacer que mi vida encuentre en ello un brío de lucidez que me ilumine, pero es vacío, hueco , un eco.

Abajo, debajo de mis instintos tengo guardado un secreto, que me quema no solo la lengua sino el corazón y yo dejo que sea así, el corazón frito debe tener mejor sabor que el crudo, debe de  ser más listo… detesto esta inercia, este condicionamiento al que me encuentro debo, quiero hacerlo ya… morir no es una solución es una respuesta que ansió contestar… yo solo deseo responder.

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