sábado, abril 24, 2010

“ANTES QUE TODO CAMBIE CONTAR ESTA HISTORIA…2”


Tuve varias oportunidades de hacerlo,  aun así, no lo hice, por que realmente no se como empezar a discernir algo que entiendo. Soy demasiado lógico o tal vez muy precavido al momento de actuar y es honestamente ello, un frió enorme que me cauteriza al hablar, sobre lo que a veces por mas que veo no logro reconocer... Es mi segundo sueño contigo...

"Llevo entre pecho y espalda una verdad que a veces cambia con los días y el tiempo, un secreto que guarde hace varias lunas para mis sueños y para mi sombra, un silencio que rompí al momento de escribir, la primera imagen que vi alrededor de tus ojos; empuñando en medio de mis parpados cada imagen que observe como un tesoro, y las apreté con delicadeza, ante todo lo que acaricie con el temor de perderlo; como cuando se lleva la arena del mar entre las líneas de las manos….

Camine ciego por entre los desmanes de tu ocio, y deje de pensar que la vida era tal como yo alguna vez la percibí, y aún ciego y anulado de mis sentidos que intente rechazar a cada paso que daba-, empecé a pensar en el tiempo que pasaba, y al rememorar las acciones de tu letras en cada carta escrita y me dije: “¡mierda! si que soy afortunado”…. Luego, silencie cada letra y corrí a buscarte pretendíendo que podía hallar un pequeño rastro de tu vida, y solo halle un vació que me lleno a veces de plenitud, a veces de tristeza…. Y me quede quieto entre lo ires y venires del tiempo, y aunque solo oía el eco de una voz apagada y chillona, tenia miedo de seguir adelante, pues, no sabia si estaba recordando o soñando nuevamente, y pensé en una inútil fantasía, como las de Selma Jezkova, y aprendí como ella, a danzar entre las tinieblas de la inocencia y descubrí nuevamente tu imagen reflejada en el tono de una melodía extraña que rondaba por todo tu rostro y pude recordar que no soñaba y que tampoco memorizaba como las acciones comunes de tus idas y entradas por la puerta de mi enceguecido entendimiento….

Llevo no se cuantas noches intentando recobrar a pedacitos; cada olor, cada lugar, cada palabra, cada mirada, cada noche o día, cada lluvia; en la que estuve contigo…. Desde que leí la ultima de tus cartas hasta la primera (como casi siempre deben hacerse las cosas: de atrás hacia delante), me preguntaba insidiosamente y con una inquisidora conciencia, tratando así de ser como siempre; lógico y muy razonable: “¿En donde me perdí, cuando ni siquiera me di cuenta cuando empezó?”…. Y visualicé cayéndome, en ese retrato de una mujer lanzándose al vació sin el temor de nada, y entiendo al final (cuando no toco nunca el fondo), las proféticas acciones del destino y de sus azares, y me digo, cada vez que miro al espejo un fragmento de lo que puedo reconocer de mi: “esto es real y no puede ser verdad.

Llevo caminando hace como cuatro horas en un mismo lugar y no se como llegar hacia donde quiero, ya que mis pies parecen no querer llevarme hacia donde mis pensamientos van…. y luego reacciono y sé que mis pensamientos nunca han ido ha un lugar más inhóspito y grande que este: el de mis sueños, el de tu vida."

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