viernes, abril 30, 2010

“ANTES QUE TODO CAMBIE, CONTAR ESTA HISTORIA…3”


Hace ya varias noche que tengo agazapado en medio de mi pecho un grito que me dice que ya es el fin de todo y que no debo huir de mi destino, que las horas están contadas y que mis pasos ya son pocos… luego que todo ello pasa queda un silencio que me lleva nuevamente a pronunciar susurrada mente una verdad que aun no he descifrado y que me dice que desea ser descubierta por alguien más que mi propia persona…:

Cierro los ojos, trato de concentrar mi pensamiento en aquello que he dejado empezado y sin utilidad en mi vida; que escasea de brillo y naturalidad, pero no llego a nada y me siento tan impotente como el mar y tan olvidado como una ostra…

Ya han pasado varios meses desde que conocí parte de tus voces, que aun guardo como un preciado tesoro del que nadie sabe más que vos y yo… del que muchos desearían tener en su poder para poder encantar esa vida a la que pocos han podido sorprender… me siento aliviado de tener algo que los demás no saben de ti, porque ello no me da una ventaja, sino una razón por la cual no debo temer a confiar, a estar a tu lado… Porque todo se ha vuelto un caos del cual yo no he podido desatar las austeras verdades que me rodean y las cuales rodean a los demás; porque es difícil discernir últimamente sobre quien es quien en este mundo y más cuando yo debo discernir sobre mi mismo a cada paso que doy.

Llevo varias lunas que mis sueño son un manojo de enredos que se vuelven en un nudo: yo mismo el nudo… en medio de la oscura frialdad de las horas nocturnas abro los ojos y trato de agarrar con mis manos algo que me diga que todavía estoy vivo, que aun puedo ser yo el que reposa en este cuerpo… y abrazo con las uñas la impotencia de no tener una razón con la cual poder darme la oportunidad de volver a nacer…

UN SUEÑO CONTIGO…

Tengo en mi mano derecha tu mano, que me guía por medio de un bosque… no dices nada como siempre, pero me miras con cierto brillo en el rostro que me dice que no debo temerle a nada… Luego estamos uno enfrente del otro, -callados-.
Sin necesidad de decir nada, pones tu dedo índice en medio de mi pecho, del cual surge un brote de sangre que es guías hasta mis pies… Luego mezclas mi sangre con la tierra y tallas tus huellas en mi espalda, cantas algo que no entiendo y dibujas en mis manos un secreto que me da miedo… lloras y das la espalda casi desfallecido, yo te abrazo y no dejo que te caigas… respiras fuertemente y gritas, yo aprieto tus manos a las mías y abrazo mas fuerte tu cuerpo al mío… callas y te acurrucas en mi pecho, luego ríes, con ese gesto de pena y me haces reír hasta temblar.

Paso mis manos talladas por las tuyas, por todo tu cuerpo, y escribo en el, todo cuanto se de ti y de mi… cierras los ojos y extiendes los brazos en señal de vuelo y cuando termino de deletrear cada una de mis voces en medio de tu espalda, tomas vuelo y me dejas solo en medio de la nada… vuelves, y reposas tu cuerpo en medio de la mancha de sangre que dejaste de mi pecho y me invitas a dormir a tu lado, te abrazo nuevamente y cierro tus ojos y me dices que no deseas que despierte nunca…

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